Publicación del Área de Comunicación del Instituto de Estudios sobre Estado y Participación
Para un abordaje crítico e integral de la Gerontología y
por los Derechos de los Mayores en la Argentina
Pero el viejo de las manos traslucidas
dirá: amor, amor, amor,
aclamado por millones de moribundos;
dirá: amor, amor, amor,
hasta que se le pongan de plata los labios.
(Fragmento de “Grito hacia Roma”Federico García Lorca)
El contexto social, político y económico que compartimos exige la recreación e implementación de teorías, técnicas, metodologías y modalidades de intervención que auspicien y fortalezcan las vinculaciones entre todos aquellos que proponemos:
• El pleno ejercicio de los derechos por parte de los adultos mayores
• La visualización realista de las angustias y problemáticas de este grupo poblacional
• El desenmascaramiento de la hipocresía dominante que considera a los mayores como variable de ajuste de los procesos de crecimiento y también de decrecimiento económico
• La coherencia entre lo que decimos y fundamentalmente “hacemos” en el campo problemático del envejecimiento
Sería por demás arduo historizar los logros y fracasos de muchos programas, iniciativas y acciones orientadas a mejorar las condiciones de vida de los mayores a lo que habría que sumar las causas de las inhibiciones de otras decisiones o dicho de otro modo los “porqué” de las grandes omisiones.
Más allá de los enunciados formulados en distintos congresos gerontológicos, esta disciplina sufrió en el curso del tiempo un franco retroceso junto con un “paradojal” como progresivo olvido de las necesidades y demandas de los mayores.
La evolución y perfil de la Gerontología en nuestro país, no puede explicarse exclusivamente por el designio de quienes decidieron los destinos de los argentinos, llegó la hora de reconocer que muchas veces por temor, comodidad, indiferencia e incluso simple desesperanza, importantes sectores de trabajadores técnicos y profesionales contribuyeron a generar el actual estado de cosas.
Los distintos capítulos del “poder de turno” socavaron las raíces de la cultura con el descrédito de los proyectos imbuidos de sentidos colectivos y solidarios, generando la alzheimerización y la fragilización de las instituciones específicas.
Se convalidaron relaciones de fragmentación, exclusión e impugnación de todas aquellos planteos críticos que cuestionaron lo sostenido como “verdades absolutas” por los autoerigidos: centros de “excelencia”.
Así, entre otras cosas, se normalizó que los mayores debían conformarse con haberes totalmente insuficientes para satisfacer sus necesidades, en una suerte de ejercicio de maltrato simbólico, siendo ésta una problemática mencionada tangencialmente por los gerontólogos y con la condición de no levantar demasiado la voz, para no generar sanciones por parte de quienes les sostuvieron los “negocios del sector”, ligados a intereses políticos y económicos.
Lo sucedido fue más un producto de los consensos logrados a partir de la seducción ejercida desde el poder que por la práctica de aprietes groseros.
La lógica de la CARRERA PROFESIONAL aprendida durante la formación de grado y de post-grado llevó a muchos compañeros a “correr” tras la búsqueda de éxitos profesionales con un marcado sesgo individual y desconectado de las necesidades sociales de la población a la que se brindó atención y cuidados.
Surgieron “especialistas” que pretendieron mirar el campo gerontológico tras el monóculo de una cientificidad empeñada en disociar la teoría de su aplicación, cuando es harto conocido que además de los por qué causales existen los para qué instrumentales, que donan profundidad ética y humanismo a todo quehacer profesional
Desde nuestra perspectiva el perfil “CRÍTICO” de la Gerontología que auspiciamos supone:
• una profunda implicación de los trabajadores con la situación vivida por los mayores,
• el derecho a poner en duda los absolutos científicos presentados como irrefutable.
• la búsqueda de condiciones democráticas y dialógicas con los distintos actores en pos de la obtención de los consensos necesarios para modificar las inequidades expresadas en los distintos campos sociales y programáticos
• también una profunda autocrítica sobre los propios errores que facilitaron las actuales dificultades actuales.
El perfil “INTEGRAL” de la Gerontología que alentamos, da por sentado el carácter complejo, multisectorial y multifocal del campo del envejecimiento a nivel nacional e internacional, confrontando con toda visión elementalista de esta problemática, la que cabalga tradicionalmente sobre el uso de categorías discretas o simplistas-
Una Gerontología Integral procura el desarrollo de acciones modificatorias y no meramente descriptivas , que descansan sobre diagnósticos de complejidad, y basan su accionar en desarrollos que recuperan lo mejor de la rica tradición llevada adelante por los principales cultores latinoamericanos de la Medicina Social, de una Previsión Segura y Social y del Pensamiento Estratégico y Situacional.
La integralidad que insinuamos también auspicia un encuadre de “complementación” entre diversas luchas e iniciativas, que puesto en el terreno de las acciones articula “intervenciones tradicionales con otras no tradicionales” desbordando los límites impuestos por la profesión o el “sector”
Desde la Gerontología Crítica e Integral decimos PRESENTE en todo evento, curso, propuesta o iniciativa surgida desde distintas instancias públicas y de la comunidad que asuman como CAMPO DE ANALISIS E INTERVENCIÓN LA BÚSQUEDA DE ORGANIZACIÓN, DE COMUNICACIÓN Y APOYO a todo proceso de constitución y/o fortalecimiento de “actores sociales”.
Dichos actores no son seres que ocurren por “afuera” de las distintas crisis que atraviesan el campo problemático de la Tercera Edad, por el contrario son formas colectivas que recuperan el valor de las subjetividades y que se “asumen” con las contradicciones, fragmentaciones y deterioros vividos por el resto del tejido social, a lo que suman, en esta oportunidad, consensos explícitos a favor de los cambios imprescindibles
Todo esfuerzo se referirá a este proceso, todo desvelo e insatisfacción ante la realidad gerontológica actual, procuraráser metabolizados a través de una práctica “cargada de futuro”.
La propuesta de una Gerontología Crítica e Integral en el caso del Convenio ATE (Provincia de Buenos Aires) y Ministerio de Salud de la Pvcia de Bs. As., se viene construyendo como una iniciativa de capacitación que asume perfiles estratégicos procurando ser el catalizador de los esfuerzos de un conjunto de organizaciones identificadas con la defensa irrestricta de los derechos de los mayores y la integración de trabajadores en actividad con jubilados y pensionados poniendo en acto una férrea voluntad de integración social de los mayores frente a la fragmentación planteada por los dispositivos institucionales clásicos.
Bs. As., 4 de agosto de 2010
Dr. Eugenio Semino (Ombudsman de la Tercera Edad Ciudad Autónoma de Bs. As.)
Licenciado Roberto Orden (Coordinador Módulo de Refuerzo Temático
Gerontología Crítica e Integral Convenio ATE Ministerio de Salud Pvcia de Bs. As.)
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